sábado, 29 de octubre de 2016

EL AVE FÉNIX QUE RENACE DE SUS CENIZAS. Nunca es tarde para cambiar el camino que recorres.

Son las 6:29 de la mañana, llevaba ya un rato inquieto dando vueltas en la cama, no podía dormir, y finalmente he optado por levantarme. Siento una urgencia dentro de mí, algo pendiente, algo que lleva llamándome durante más de un año, como una criatura dormitando en lo más profundo de mi subconsciente, esperando su momento, esperando a ser liberada. Finalmente me siento frente al ordenador y decido abrir la puerta de su jaula.

Hace casi un año y medio abrí un blog con la intención de dar rienda suelta a mi creatividad literaria, como una especie de liberación ó CATARSIS con el fin de contribuir a mi EQUILIBRIO interior. Lo que empecé con tanta ilusión, con la misma velocidad quedó abandonado. ¿Las razones?, las de siempre, las que te llevan a dejar las cosas: falta de tiempo, estrés, inseguridades, miedos, … y probablemente la carencia de un objetivo mayor, un motor que impulsara tal empresa con la energía y constancia que merece. También cabe añadir que por aquella época andaba bastante perdido y desorientado, no es que ahora no siga estándolo también, pero poco a poco voy encontrando mi camino, conociéndome más y aprendiendo a escucharme y actuar en consecuencia. 


¿Cuál es mi motor hoy en día para sentarme frente al portátil y volver a escribir? Pues no es otro que el deseo de dar a conocer a cuantas más personas mejor aquello que me apasiona: la PSICOLOGÍA. Esa vocación frustrada que me ha acompañado latente durante casi toda mi vida, pero que por diversas circunstancias no he podido darle la atención que merecía hasta hace relativamente poco. Aquellos que me conocen bien conocen mi historia. Creo que es una historia que se repite con demasiada frecuencia entre los jóvenes. Personas todavía muy inmaduras, sin conocimientos o ideas claras sobre las opciones que tienen, sobre sus verdaderos intereses e inquietudes, todavía ávidos por aprender y que se les oriente adecuadamente, pero NO, no se les da más tiempo, deben elegir YA, aquí y ahora. ¿Qué quieres hacer con tu vida?, ¿qué quieres estudiar durante los próximos 4, 5 ó 6 años?, ¿a qué querrás dedicarte cuando seas un adulto? ¡Y yo que sé! Si todavía estoy más preocupado en los videojuegos, salir a divertirme y aquella chica que me gusta pero que no consigo reunir el valor para pedirle salir, ¿cómo quieres que sepa qué quiero hacer durante los próximos años de mi vida?… finalmente como no te queda otra eliges aquello que a esas incipientes alturas de tu vida piensas que es lo que quieres (perdonad que me ría ante la idea de saber lo que quería con 17 años). Y no diré que te equivocas, pero tampoco aciertas, en mi caso terminé estudiando una ingeniería (ojo, hablo de mi caso y el de muchísimos otros, sé que hay quienes tienen muy claro lo que les gusta desde bien jóvenes, y merecen mi mayor admiración). Para cuando descubres que ese tal vez no sea tu camino, que eso no te llena y que necesitas algo más, tal vez sientas que es demasiado tarde, que no hay marcha atrás. Pero voy a revelaros un SECRETO increíble, algo que me costó bastante descubrir: nunca es demasiado tarde, siempre estamos a tiempo de cambiar de idea sobre algo y de actuar en consecuencia. En mi caso tardé mucho en dar el paso, en atreverme a ver la realidad. Debería de haber empezado a sospechar que algo no estaba bien cuando pasaba toda la semana pensando en que terminara y que llegara el fin de semana, para olvidarme de todo, salir, beber, escapar de mi realidad. No diré que no he aprendido grandes lecciones de todo lo que viví en aquella época, y que si no hubiera seguido el camino que seguí ahora no sería la persona que soy. Por eso no me arrepiento de nada, arrepentirse de los hechos o decisiones pasadas no tiene ninguna utilidad, en lugar de eso, aprende de ellos, aprende y crece, mejora, da pasos más firmes, y en una dirección más adecuada para ti.


Después de aquella etapa de mi vida y de una de mis crisis existenciales (sí, en mi corta vida ya me ha dado tiempo de vivir varias crisis profundas) y con la inestimable ayuda de personas que me quieren y me apoyan incondicionalmente, decidí parar, sentarme, y tomar las riendas de mi vida. Y ahí es cuando la psicología entró por la puerta grande, aquel era su momento, no a los 17 años (estoy convencido de que si la hubiera estudiado por aquel entonces mi pasión no habría sido la misma, y las distracciones de aquella época habrían dificultado el proceso). En cualquier caso todo es por algo, y en 2013 me matriculé del grado de Psicología a distancia por la UNED (pues con 29 años tus circunstancias son muy diferentes que con 17, y compaginarlo con mi trabajo actual era mi mejor opción). No diré que está siendo un camino de rosas, las dudas me han asaltado desde el principio, las dificultades, las confrontaciones con quienes no entienden los pasos que das. Hace muy poco tuve que escuchar de una de las personas que más quiero que la psicología es una carrera que la mayoría de la gente que la estudia es porque no tiene nota para optar a algo mejor, de más nivel… me sentó como una bofetada, más estando convencido como estoy de que precisamente es una de las carreras universitarias más bonitas y vocacionales, pero cada persona tiene su opinión, y algo que he aprendido con los años es que no debes perder el tiempo en intentar cambiar a los demás, cambia tu actitud hacia ellos, porque muchas veces no podemos influir en nuestras circunstancias externas pero siempre podremos efectuar cambios en nosotros mismos, ese conocimiento nos confiere un poder increíble.

Nadie dijo que el camino fuera fácil, pero si tienes la suerte de encontrar tu camino no lo abandones nunca. Focaliza tu atención y esfuerzo en esa dirección, en esas metas que te motivan a seguir cada día, y te hacen sentir feliz. Y sobretodo, quiérete y escúchate, aunque a veces no seamos conscientes de ello, todas las repuestas importantes están en tí. Sigo teniendo miedo, sigo teniendo dudas e inseguridades, como las que me asaltaron hace ya más de un año cuando abrí este blog, pero ahora ya puedo decir que sé lo que quiero hacer con mi vida, que sé en qué dirección ando. No desesperes si tú no has encontrado todavía tu camino, no pasa nada, no hay una edad determinada para que eso ocurra, y como ya dije nunca es tarde para aprender, mejorar y empezar a andar hacia una nueva meta.


Son las 7:25 de la mañana, una sonrisa se dibuja en mi rostro, la puerta está abierta, la criatura me observa dubitativa. Como el animal encadenado que lleva demasiado tiempo privado de libertad, y cuando retiras sus cadenas no es consciente de que puede echar a volar, permanece inmóvil. Da un paso, dos, finalmente extiende sus alas, corre hacia mí y echa a volar. El ave fénix vuela de nuevo. El ave fénix ha renacido de sus cenizas.